La Transformación Digital en Ecuador
La elección de Guillermo Lasso como presidente de Ecuador ha creado una excelente impresión a nivel local e internacional, especialmente por su discurso de salvar una economía debilitada por corrupción, incompetencia y una grave pandemia. Sin embargo, existen altas expectativas sobre el cumplimiento de las promesas de campaña, las cuales han inspirado a muchos ecuatorianos que lo necesitaban.
Dentro de las propuestas, analizaremos la de “transformación digital”, misma que implica un cambio estructural con el fin de potenciar una gran variedad de servicios en Ecuador.
En pocas palabras, la transformación digital busca convertir al ciudadano en beneficiario de un gran proceso de innovación, dentro del cual, se mudan procesos tradicionales a una infraestructura digital por estar más acomodada a las exigencias actuales. En esta línea, se conoce que el plan de gobierno de Lasso plantea una transformación en varios sistemas del Estado, y especialmente en el sistema de salud. El cual necesita elevar la calidad del servicio, ampliar la atención a una mayor cantidad de pacientes y reducir tiempos de espera.
Debemos entender que la transformación digital no se basa en comprar los equipos tecnológicos más caros. Se basa en catalizar las habilidades humanas para la evolución de una organización, mudando procesos tradicionales a una plataforma digital segura y confiable, que beneficie y no entorpezca la atención de los ciudadanos. En esa línea, se necesita planes de implementación, de manejo de contingencias y de continuidad de servicios. Además, es esencial contar con la figura de un administrador de datos que limite la exposición de información sensible almacenada. Y de una institución pública transparente y con funciones claras.
Un ejemplo de por que las tecnologías de automatización de procesos, como la Inteligencia Artificial, son más eficientes cuando se utilizan para potenciar nuestras habilidades y no para reemplazarlas es la plataforma de ciberseguridad desarrollada por MIT, que permite acceder a mejores tasas de detección y menos falsos positivos que cualquier esquema exclusivo de humanos o máquinas.
Vale mencionar, muchas aplicaciones del Gobierno son arcaicas y no han sido optimizadas a tecnologías actuales ya que no son accesibles a través de un celular. Una realidad que debemos confrontar si buscamos digitalizar todos los trámites del sector público para el año 2025, como se planteó en algún momento.
Actualmente, tenemos el portal “Contacto Ciudadano” y el sistema “Quipux”, que cuentan con millones de usuarios registrados, sin embargo, no logran abastecer la gran demanda de trámites y requerimientos de usuarios. Además, ambas son herramientas de servicios públicos que han sido expuestos en materia de seguridad informática. Por ello, se deberá impulsar la correcta homogeneización de trámites en todos los niveles de Gobierno, apoyado en aplicaciones desarrolladas en base a experiencia de usuario (UX) y estándares internacionales de seguridad.
Adicionalmente, se necesita de una ley de datos personales que recoja las aspiraciones de todos los sectores y de la población en general, teniendo en consideración la creciente dependencia sobre la tecnología. Vale mencionar, dicha ley se encuentra actualmente en segundo debate, y recoge importantes principios como la responsabilidad proactiva, derecho al olvido y derecho al acceso ciudadano a cualquier información personal. Esta iniciativa debería continuar y configurarse como base para dicha transformación digital.
Luego, una fuerte inversión no es suficiente para generar cambio sustancial en Ecuador, esto se logra con un cambio profundo en educación. Para ello, debemos preguntarnos, ¿Es factible ofrecer programas de educación digital para niños y jóvenes considerando la brecha digital existente en zonas rurales y urbano marginales del país?
Por lo tanto, se deberán establecer incentivos para que el sector privado incremente la instalación de antenas en el territorio nacional, logrando una ampliación de cobertura de internet en el país. De esta forma contaríamos con una iniciativa que no limitaría el crecimiento incluyente y sostenible deseado.
Para una mayor perspectiva en este tema, debemos conocer el nivel de penetración de tecnología enfocada a servicios públicos en nuestra región. Si revisamos el E-Government Survey 2020 de las Naciones Unidas, encontraremos noticias positivas ya que nos hemos acercado a países como Colombia y Perú. Sin embargo, se menciona que aún mantenemos infraestructura desgastada, y esto limita la implementación de tecnología a todo nivel del aparato público.
Como referencia, los primeros lugares del mencionado listado han sido ocupados por países como Dinamarca, Corea del Sur y Estonia. Vale mencionar, este último ha digitalizado por completo su administración pública, y permite acceder a virtualmente cualquier servicio de forma digital. Más aún, han promocionado el programa denominado “e-Residency”, que permite a cualquier persona, independientemente de su nacionalidad, abrir un negocio en Estonia y operar su negocio completamente en línea. Adicionalmente, se promueve el desarrollo de negocios vinculados a cryptomonedas, tal como wallets o exchanges, a partir de una serie de licencias que suelen ser accesibles para todo aquel interesado.
Finalmente, se espera un despliegue de tecnología 5G que cumpla estándares internacionales para alcanzar la convergencia de distintas tecnologías de comunicaciones utilizadas hoy en día. Esto permitirá aprovechar las altas tasas de transmisión de datos de 5G y su mayor cobertura, comparado con 4G, para implementar aplicaciones wireless en áreas como realidad aumentada y virtual. Esto permitirá un acercamiento masivo de estudiantes a profesionales que jamás llegarían a áreas rurales o marginales.
Por lo tanto, debemos implementar una verdadera transformación digital que nos permita salir de la crisis estimulando la innovación empresarial y nuevos modelos de consumo, transformando los sistemas de producción y las cadenas de valor, reorganizando los sectores económicos e introduciendo nuevas condiciones de competitividad. Sin dejar de lado que las herramientas digitales también pueden contribuir a un mejor acceso a los servicios públicos, incluida la salud y la educación.
Glosario:
1. Responsabilidad Proactiva: La implementación constante de mecanismos efectivos para la protección de los datos personales.
2. Derecho al Olvido: Derecho que permite a los ciudadanos solicitar la remoción de su información personal de sitios web, búsquedas, directorios, etc.